El Representante Juan Vargas, Miembros del Congreso y la Familia de Kilmar Abrego García se Unen para Exigir su Regreso Inmediato a los Estados Unidos
WASHINGTON - Hoy, el Representante de los Estados Unidos Juan Vargas (D-CA) y sus colegas del Congreso se unieron a la esposa de Kilmar Abrego García, Jennifer Vásquez Sura, y líderes defensores de los inmigrantes para exigir respuestas y responsabilidad de la Administración Trump sobre la deportación ilegal y la desaparición de Abrego García.
Ábrego García es un padre y miembro de un sindicato que estaba viviendo legalmente, bajo estatus protegido, en Maryland con su familia hasta que fue deportado por la Administración Trump sin debido proceso a una prisión en El Salvador donde permanece. La Administración ha admitido que la deportación de Ábrego García fue resultado de un “error administrativo”.
Una transcripción está disponible a continuación:
Muchas gracias.
En primer lugar, quiero dar las gracias a la familia por estar aquí.
Quiero darte las gracias, a ti, Jennifer, en particular.
Y quiero agradecerte especialmente por tus lágrimas. Porque creo que la gente americana pudo ver el dolor de tantas familias en América en este momento.
Tus lágrimas se unen a las lágrimas de mucha gente de mi distrito en San Diego, y forman un torrente, y en todo este país, forman un río, un río de lágrimas por lo que les está pasando a las familias.
Ahora, supuestamente la Administración es la Administración de los “valores familiares” y sin embargo están destrozando a estas familias.
Así que gracias por tu valentía al subir aquí y mostrar la emoción que sientes hacia tu marido que ha sido desaparecido.
Y yo tampoco pensé nunca que esto ocurriría en Estados Unidos.
Pasé un tiempo en El Salvador durante los años '80 como jesuita. Estuve allí como misionero. Y allí también desaparecían personas y nunca las volvías a encontrar.
Nunca pensé que algo así ocurriría en mi propio país, donde personas enmascaradas que trabajan para el gobierno vendrían y secuestrarían a gente de la calle.
Así que, de nuevo, quiero darles las gracias por su valentía.
También quiero que sepas que tenemos dos trabajadores del metal del sindicato que han venido a apoyarte, se han enterado de lo de tu marido y están aquí. Gracias. Gracias por estar aquí.
Gracias a ti por estar aquí. No estás sola. Estamos contigo.
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